En un movimiento estratégico para evitar sanciones millonarias por parte de la Unión Europea, Google ha propuesto mostrar plataformas competidoras de compras y viajes en la parte superior de sus resultados de búsqueda. Esta iniciativa tiene como objetivo cumplir con las exigencias de la Ley de Mercados Digitales (Digital Markets Act, DMA) y esquivar posibles multas de hasta el 20% de su facturación anual.
Una respuesta a la creciente presión regulatoria
Según fuentes citadas por Bloomberg, Google busca adaptarse a la normativa de la DMA, vigente desde el año pasado, que fue diseñada para limitar el poder de las grandes empresas tecnológicas. Esta legislación prohíbe, entre otras cosas, que plataformas como Google favorezcan sus propios servicios o combinen datos personales entre distintas divisiones de la empresa sin el debido consentimiento.
En caso de infringir estas reglas, las empresas pueden enfrentarse a multas de hasta el 10% de sus ingresos anuales, o incluso el 20% en caso de reincidencia. La amenaza de sanciones no es teórica: el año pasado, Google perdió un recurso judicial relacionado con una multa de 2.400 millones de euros por prácticas anticompetitivas en el sector de comparación de precios.
Nueva estrategia: dar visibilidad a la competencia
Como parte de su nuevo enfoque, Google planea incluir una caja destacada al inicio de sus resultados de búsqueda con opciones clasificadas provenientes de sitios de comparación de precios. Esta caja permitirá a los usuarios acceder directamente a plataformas como Booking o Expedia, o bien navegar directamente hacia hoteles y aerolíneas.
La empresa priorizará la plataforma más relevante en el cuadro principal, mientras que las demás estarán disponibles mediante un menú desplegable. Esto representa un cambio significativo con respecto a estrategias anteriores, que simplemente añadían más enlaces a sitios de comparación sin modificar la prominencia de los propios servicios de Google, como Google Flights.
Un paso hacia el cumplimiento, ¿suficiente para la UE?
Aunque anteriormente Google intentó calmar las preocupaciones de la Comisión Europea mediante ajustes más sutiles, el nuevo enfoque busca cumplir de forma más explícita con el espíritu y la letra de la DMA, colocando a los competidores en el lugar destacado donde antes aparecían sus propias herramientas de comparación.
La Comisión ya había advertido en marzo que Google corría el riesgo de nuevas sanciones si continuaba priorizando sus servicios. Esta propuesta puede ser la última oportunidad de la compañía para evitar repercusiones económicas aún mayores y preservar su posición dominante sin infringir la normativa europea.