Cómo acelerar Windows 8
Aprender a usar Windows nunca fue una tarea difícil, ya que es un sistema operativo sencillo de operar y que puede ser utilizado por cualquier usuario independientemente de su nivel de conocimientos. Sin embargo, algunas de las funciones más avanzadas del mismo como sus herramientas de mantenimiento y reparación todavía son un misterio para la mayoría, debido principalmente a que ellas se encuentran escondidas en las entrañas de sus menús.
A pesar de que Windows en sus sucesivas versiones ha ido incorporando cada vez mejores herramientas de mantenimiento automático, lo cierto es que para mantener al SO en su mejor forma es necesario encargarnos regularmente de ciertas tareas en forma manual, lo que podemos hacer a través de algunas aplicaciones que vienen incorporadas al sistema operativo como el Administrador de tareas, el Monitor de recursos y el Monitor de confiabilidad. El uso de estas herramientas nos garantiza contar con un Windows funcionando al 100% de su potencial, lo que se nota mucho en el trabajo diario. En este artículo encontraremos información de cómo sacarles provecho, además de otros trucos para optimizar el funcionamiento de Windows.

Herramientas de mantenimiento preventivo de Windows
Cabe destacar que para poder usar estas herramientas de optimización para Windows, lo primero que tenemos que hacer es habilitarlas, ya que de fábrica están ocultas para evitar que un usuario principiante pueda poner en peligro la configuración del sistema. Para ello, presionamos la combinación de teclas “Windows + C” y presionamos sobre el icono de “Configuración”. Luego de esto, pulsamos sobre la opción “Iconos” y presionamos sobre “Mostrar herramientas administrativas”. Una vez finalizado este paso, ya estaremos en condiciones de comenzar.

El Monitor de recursos
El Monitor de recursos es una utilidad de sistema que nos permite tener una visión de todos los programas y servicios que están activos y los recursos que acaparan. Esto es muy importante ya que nos proporcionará un modo de saber si un determinado programa está consumiendo demasiados recursos, y de esta manera poder desactivarlo hasta saber qué pasa. Cabe destacar que esto último también lo podemos hacer desde la ventana principal del programa.

Para usar esta aplicación, sólo tenemos que presionar la combinación de teclas “Windows + R” y escribir “resmon”.
El Monitor de confiabilidad
Mediante esta fantástica herramienta, tenemos la posibilidad de comprobar en forma gráfica y con mucho detalle el desempeño del sistema a través del tiempo, incluyendo por supuesto los errores que puedan haber sucedido durante un lapso determinado de tiempo, por lo que nos resultará extremadamente útil para encontrar el origen de un problema.

Para abrir el Monitor de confiabilidad, ejecutamos el Panel de control, luego pulsamos sobre “Sistema y seguridad”, “Centro de actividades” y finalmente “Monitor de confiabilidad”.
El Monitor de rendimiento y recursos
Esta característica incluida en Windows 8 que es capaz de ofrecernos gran cantidad de información, y si bien tal flujo de datos al principio es difícil de asimilar, con un poco de uso de la herramienta nos podrá ofrecer un panorama bien detallado del rendimiento del sistema, incluyendo informes de errores y otros apartados.

Para poder usarla, sólo tenemos que escribir “perfmon /report” directamente en la pantalla de inicio.
Mejorando la performance de Windows
Desfragmentar los discos duros
Como sabemos, tras un tiempo de actividad, el disco duro de la PC se vuelve un poco lento, pero para poder solucionarlo contamos con la ayuda del desfragmentador de disco incluido con el sistema operativo.
Para comenzar a usar esta herramienta, escribimos “desfragmentador” en la pantalla de inicio y presionamos “Enter” y luego, en la pantalla principal de la aplicación pulsamos sobre el botón “Optimizar”. Cabe destacar que también tenemos una opción para optimización programada, la que podemos implementar pulsando sobre el botón “Cambiar configuración” en el apartado “Optimización programada”.

Activar Quick Boot
Una de las mejores características que se han incluido con Windows 8 es el llamado Quick Boot, un híbrido de arranque del sistema que mezcla el encendido normal de la PC con el modo hibernación. Esta técnica nos provee de un arranque del sistema mucho más rápido.
Si bien esta opción está habilitada de forma predeterminada, no es mala idea comprobar que aún siga activa, para ello nos desplazamos hasta “Opciones de energía", allí pulsamos sobre el enlace “Elegir el comportamiento de los botones Inicio/Apagado” y luego en el enlace “Cambiar la configuración actualmente no disponible”.

Prioridad de procesamiento
Otra opción interesante que nos ofrece Windows 8 es la posibilidad de obligar al procesador a ejecutar determinada aplicación o servicio por encima de las demás. Esta sin duda es una característica muy útil cuando usamos aplicación que consumen muchos recursos del sistema, ya que podremos elevar el monto de recursos que consumen de manera sencilla. Para ello, abrimos el Administrador de tareas y en la pestaña “Detalles” seleccionamos la aplicación con el botón derecho del ratón y luego presionamos la opción “Establecer prioridad”.

Eliminar programas de inicio innecesarios
Sin duda alguna, una de la causas por las cuales Windows con el tiempo se vuelve lento es por las aplicaciones que se inician cuando se carga el sistema. Para controlar este comportamiento, y darle mayor velocidad a Windows podemos recurrir nuevamente al Administrador de tareas. Para ello, y una vez ejecutado, presionamos sobre la pestaña “Inicio” y pulsamos con el botón derecho del ratón sobre el programa que deseamos que no se inicie más con Windows y seleccionamos la opción “Deshabilitar”.

En el caso de que del programa en cuestión dependan más procesos, hecho que se puede comprobar gracias a un icono de flecha, lo mejor es desactivar sólo lo estrictamente necesario para no desestabilizar el sistema. Si tenemos dudas con respecto a esto, entonces debemos considerar buscar información en Internet para no tener problemas.
Sin embargo, este no es el único procedimiento que tenemos disponible para deshabilitar programas del arranque de Windows, ya que también podemos abrir el Explorador de Windows y desplazarnos hasta la carpeta
C:\Users\nombredeusuario\AppData\Roaming\Microsoft\Windows\Start Menu\Programs\Startup
y luego allí borrar todos los accesos directos a las aplicaciones que no deseamos.
Cabe destacar que para que esto funcione debemos asegurarnos de que los archivos ocultos sean visibles.
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