Cargadores USB: Podemos usar un solo cargador para todo?
Desde que fuera dado a conocer al público consumidor en el año 1996, el standard USB se ha convertido en una norma omnipresente, ya que la podemos encontrar tanto en televisores como en computadoras, teléfonos, cámaras y muchos otros dispositivos como puerto de carga, puerto de datos o ambos.Una de las características por las cuales el estándar USB se ha vuelto tan popular es sin duda alguna, su transparencia. El usuario no tiene que saber nada de electrónica o de informática para poder utilizarlo en sus dispositivos. Sin embargo, y conforme vamos sumando aparatos a nuestra colección, surgen ciertas dudas que son difíciles de resolver.
Un caso típico de duda que puede aparecer, cuando vemos que se acumulan decenas de cables y cargadores diferentes para cada dispositivo que tenemos, es si se podrá utilizar sólo uno de ellos para todos los aparatos que disponemos, pregunta a la que seguramente respondemos con más interrogantes como ¿Existe algún peligro? En este artículo intentaremos aclarar el panorama, de forma sencilla y práctica, para resolver ésta duda y cualquier otra que pueda surgir en este sentido.
Breve explicación del standard USB
Antes de comenzar, y como introducción para que podamos entender de manera más sencilla lo descripto más abajo en el artículo, intentaremos explicar brevemente cómo funciona el standard USB, por lo menos en lo referido a sus conectores y terminales, principales actores en el tema de la carga y transmisión de datos de la norma.
Un cable USB está compuesto básicamente por el cable propiamente dicho, el cual en su interior alberga 4 cables más delgados, los cuales son los encargados de proveer los datos y la tensión necesaria para que el aparato al cual será conectado, sea una cámara, smartphone, tablet se alimente y pueda entablar conexión, y dos conectores en cada extremo.
Estos conectores tienen 4 pines o terminales, cada uno de ellos con una función específica, la cual en el caso del pin 1 es la de llevar los 5V para la alimentación del dispositivo, los pines 2 y 3 son los encargados de transmitir y recibir los datos, y el pin 4 la de masa o “Ground”.
La pregunta del millón: ¿Sirve cualquier cargador USB?
En este sentido la palabra clave es “standard”, es decir que teniendo en cuenta que la tensión de trabajo que se describe en la norma son 5V y 500 mA, y los pines deben tener la misma disposición y función en cualquier implementación, entonces la respuesta a si podemos usar cualquier cargador con cualquier dispositivo es un rotundo sí. Esto significa que podremos usar cualquier cargador en todos aquellos dispositivos que admitan el standard de carga a través de USB sin ningún problema.
Sin embargo, debemos tener especial consideración dos aspectos muy importantes, sobre todo para poder estar seguros de que estamos haciendo las cosas de la forma correcta.
Velocidad de carga=mA que entrega el cargador
Si bien hemos mencionado que el estándar estipula 5V, y un mínimo de 500 mA de intensidad de corriente, lo cierto es que en el mercado podemos encontrar cargadores que superan ampliamente este valor.
La intensidad de la corriente que puede proporcionar un cargador nos ofrece la pauta de la velocidad, es decir el tiempo que tardará en cargarse, la batería del dispositivo al que está conectado. En este sentido, un cargador de 1 A, lo mismo que 1000 mA, tendrá un mejor desempeño que uno de 500 mA, lo que significa que el dispositivo tardará menos en cargarse.
Ahora, seguramente estaremos pensado que un cargador de mayor capacidad de amperes, por ejemplo 1000 mA, puede llegar a quemar o dañar los circuitos de un aparato que usa un cargador más chico, sin embargo esto no es así, ya que este número, los 1000 mA, es el valor máximo que el cargador puede ofrecer, de los cuales el dispositivo que debemos cargar sólo “tomará” lo necesario.
También puede darse el escenario en el cual un dispositivo requiera un valor más elevado de mA para cargarse en tiempo y forma, y lo conectemos a un cargador de menor valor. En este caso, las consecuencias serían una carga extremadamente lenta, además de quizás problemas derivados del recalentamiento del cargador.
Cabe destacar que “mA” y “A” son los símbolos de “Miliamperio” y “Amperio” respectivamente, y que son unidades de medida de la intensidad de la corriente eléctrica. Asimismo, “V” es el símbolo de “Volt”, unidad de la tensión eléctrica.
El aspecto más peligros: Cargadores de más de 5V
Si bien es imposible encontrar un cargador normalizado USB que sobrepase los 5V, sí es posible encontrarnos con algún cargador de más de ese valor que haya sido diseñado con otros propósitos, el cual puede provocar daños irreparables tanto a la batería como al dispositivo que está cargando.
En este caso, si el cargador no supera los 5.2 V, lo que podemos verificar en la etiqueta del mismo generalmente al lado de la palabra “Output” o “Salida”, no existe problemas, ya que se encuentra dentro de los márgenes de tolerancia aceptables.
SI el cargador supera este valor, debemos descartarlo para la carga inmediatamente. En este punto, lo mejor es siempre utilizar cargadores normalizados USB.
Cabe destacar que tanto los valores de entrada como los de salida de un cargador los podemos encontrar en la etiqueta, donde se mencionan estos valores de forma clara e inequívoca.
El otro lado del estándar
Aunque las recomendación del estándar USB son bien claras, puede ser algunos fabricantes tuerzan un poco esas reglas para su propio beneficio. Esto redundará en incompatibilidades al momento de utilizarlos en otros dispositivos. Es decir que al momento de enchufarlos estos no funcionen con algunos smartphones o tablets, y si lo hagan con otros.
Esto es debido a que algunos fabricantes diseñan de tal modo los conectores USB de sus cargadores que no permiten la carga cuando no reciben señal desde los pines de datos, inhabilitando la opción de poder usar cargadores estándar o de otras marcas o incluso modelos del mismo manufacturador. Para ello se valen de un chip, el que incorporan al cargador emulando la presencia de datos en dichos pines.
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